¿Qué pasa si un demandado basa su contrademanda en mentiras?

La falsedad de declaraciones ante autoridad es muy muy muy común.
Es parte de la naturaleza humana mentir con tal de obtener beneficio.
Si se tratara de encerrar a todos los que dicen mentiras, no quedaría nadie para gobernar.
Entonces para impartir justicia lo práctico es entender las causas y consecuencias de las mentiras.
Si se trata de determinar quien tiene derecho a la propiedad de un inmueble desde el punto de vista civil, el dueño va a resultar ser quien esté inscrito como tal en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio. Desde el punto de vista familiar, si ese dueño inscrito en el Registro aparece como soltero, nadie más se beneficiaría de esa propiedad mientras no se demuestre que cumple con los requisitos que marca la ley para hacerlo.
Es muy endeble tratar de demostrar tener derechos sobre un bien inmueble por razones de concubinato porque basta con demostrarse que no era la única persona o que existía un cónyuge con mejores derechos para quedar fuera de posibilidades.
Hay dos tipos de mentiras. Las que se dicen con intención sabiendo su falsedad, y las que se dicen creyendo que son verdad, además que por razones emocionales es muy fácil caer en la tentación de aparentar lo que conviene.