Me quiero ir

Estados Unidos es uno de los países más atractivos para migrantes, especialmente para migrantes mexicanos. Su oferta laboral, las condiciones de vida, la seguridad pública y la cercanía al país lo hace uno de los destinos más soñados para cambiar de residencia.

Pero establecerse ahí no es algo fácil. Las medidas migratorias en Estados Unidos son cada vez más voraces y actualmente se encuentran en litigio nuevas leyes sobre la deportación de inmigrantes.

Aún así, la desesperación por una mejor calidad de vida ha llevado a muchos mexicanos a trasladarse de manera ilegal a estados como California, Texas, Nuevo México, Arizona o Nevada donde la oferta de trabajo es muy alta.

Esto implica muchos sacrificios y riesgos, para aquellos que cuentan con dinero para pagar un coyote, quienes conocen los caminos para burlar a las autoridades fronterizas, será más fácil pero no menos peligroso. El negocio del tráfico de indocumentados ahora está en manos del narcotráfico y ven a las personas que transportan como mera mercancía. No dudarán un segundo antes de dejarlos morir sin agua en pleno desierto.

Para otros, puede haber mayores problemas que éstos; dependiendo del lugar en el que se localicen cuando empiezan el trayecto, tienen que encontrar la manera de recorrer hasta 3,000 km para llegar a la frontera con Estados Unidos. En la ruta podrán encontrarse con diversas dificultades, desde caerse de trenes o tener que enfrentarse con grupos altamente peligrosos como la Mara Salvatrucha.

Solo una de cada cinco personas llega al otro lado. El 70% de las mujeres habrán sufrido una o varias violaciones durante el trayecto.

No te arriesgues.