¿Justicia laboral?
¿Qué hacemos para lograr en conjunto Estado y Sociedad para lograr equidad en los Derechos Laborales? ¿Será un tema de intereses particulares o realmente algo que nos incumbe a todos?
A veces hablar de Justicia Laboral pareciera hablar de una utopía, y más en éste país, donde hay tantos círculos viciosos que cada generación trata de abatir sin éxito.
Por una parte tenemos a la clase patronal, que definiríamos como cada ente que proporciona fuentes laborales, son muy entendibles los intereses de esta clase, pues buscan acrecentar su poder adquisitivo o recursos en pro de su desarrollo, sin embargo, ¿qué tan justo es cuando este interés es preponderado a una equidad e igualdad en la repartición de riqueza? Nuestra clase trabajadora, ¿qué hace realmente para defender los derechos laborales? ¿Somos apáticos ante situaciones que son del interés de la mayoría?
La respuesta es desde mi perspectiva si, la mayoría de la clase trabajadora si es apática a defender sus derechos laborales, los motivos pueden ser muchos, pero la principal causa a mí criterio es el miedo a perder su trabajo, y con ello la manera de subsistir para sus familias.
Ahora en teoría gran parte de la responsabilidad de velar por que se respeten los Derechos Laborales está a cargo del Estado, sin embargo, y muy en el particular caso de Querétaro y con el recién ingreso de la nueva administración, vemos que el Estado o Gobierno no tiene la calidad moral para defender esos Derechos Laborales, cuando en sus propias filas son pisoteados. Está documentado la recién reducción a la planilla burocrática de nuestro Gobierno Estatal y Municipal, y es a voces dicho que la razón principal es porque la Administración pasada dejó sin suficientes fondos las arcas presupuestales del Estado (algo que es dudoso). Pero que no se nos olvide que esta es la misma historia de siempre, aunado a que desde ya hace varias administraciones se implementó el trabajo para los llamados eventuales y la entrada en operación de las outsourcing, figuras en las cuales los Derechos Laborales de los burócratas del Estado perciben las prestaciones más básicas y elementales que otorga la Ley.
Contraparte de la burocracia que lleva años laborando y que pudo obtener una plaza, la cual puede o no ser bien remunerada dependiendo de la plaza, pero que las prestaciones son bastante decorosas. ¿Cómo un Estado que castiga de esa manera a sus propios trabajadores puede pedir al sector privado mejores prestaciones laborales para la clase trabajadora si en sus propias filas no pasa?
Es así que la llamada austeridad solo ha alcanzado a los trabajadores y no a los altos funcionarios. Y que no hay que culpar del todo al Estado, es bastante peculiar cómo la burocracia funciona mejor con el pánico laboral, que la burocracia que se siente segura laboralmente quienes muchas veces holgazanean y termina sacando el trabajo la gente que tiene pánico laboral.
La visión desde el Sector Privado
En el sector privado, pasa exactamente lo mismo, puestos donde los llamados "sueldos base" son básicamente salarios mínimos y que lo sustancial de esos empleos son las comisiones o bonos. El problema posterior a ello es lo siguiente: imaginemos que tu salario base es de $3,000.00 y tus comisiones y bonos ascienden a unos $7,000.00. Pasa el tiempo, te despiden y muy entusiasta decides demandar a tu patrón, él tratara de hacer ver en los Tribunales Laborales que tu salario era de $3,000.00 nada más, sin las comisiones y bonos, porque la base para determinar tu indemnización será precisamente tu salario, es decir si logra demostrar que tu salario es bajo tu indemnización será baja, y al contrario si tu salario es alto tu indemnización será alta.
Prácticas como despedir a las mujeres embarazadas, no dar los días de descanso a los hombres por paternidad, no pagar el tiempo extra, entre muchas son el pan de cada día en cualquier empresa. Y hablemos de los llamados borregos, generalmente hay voces que tratan de alzar la mano, de tratar de hacer valer sus Derechos, pero los borregos, que a fin de cuentas tienen ese pánico laboral, se quedan a dar el apoyo incondicional a la clase patronal, inclusive algunas veces con la errada idea de que tal vez algún buen día les sea reconocida su lealtad.
¡Que decir de la lentitud de los procedimientos laborales, sinceramente la justicia laboral no es pronta ni expedita!
¿Qué es el pánico laboral?
Ahora hablemos del pánico laboral o expectativa negativa laboral, esa sensación que podríamos describir como el sentimiento de incertidumbre a no saber hasta cuando vas a tener trabajo, o que debes de respirar muy lento para no molestar al patrón, mesurar tus vueltas al sanitario, entre otras. Esta situación es bastante común tanto en el Estado como en el sector privado. Aunado a ello está la falta de interés de la capacitación del trabajador, no solo para el trabajo que va desempeñar sino para mejorar. Cuántas veces no hemos escuchado que llega alguien al trabajo y como coloquialmente diríamos, así se avienta al ruedo sin saber nada de nada y sobre la marcha va aprendiendo, y qué decir si de casualidad saliera algún taller, curso, diplomado o algo similar. Es molestia para el patrón que se abandone el centro de trabajo para salir a este tipo de capacitaciones.
Y por eso, los sindicatos...
Los sindicatos, tanto los del sector privado como los que representan a la burocracia son manejados con mucha oscuridad, falta de rendición de cuentas y transparencia en sus labores, y claro, también es a voces los acuerdos a los que llegan con los patrones que pueden solo beneficiar a algunos.Cuando ha existido alguna iniciativa de regularizar su labor, siempre hay gente que se opone precisamente defendiendo sus intereses que no precisamente pueden ser loables.
Nunca hay que decir nunca y nunca hay que decir que son todos, sin embargo sí es la mayoría de la clase patronal y trabajadora que tienen este círculo vicioso. ¿Por qué no fomentar una mejor cultura laboral, por qué no alzar la mano y pedir de manera correcta nuestros Derechos Laborales, por qué no empezar a creer en el desarrollo de nuestros trabajadores, por qué no creer que nos capacitamos más, más productiva y eficiente serán nuestras empresas e instituciones, por qué no hacer equitativa la distribución de la riqueza, en pro de nuestra sociedad? ¿Bajarían los niveles de delincuencia y pobreza?
¿Cuál es nuestro rol en esta lucha?
No toda la responsabilidad es del Estado, ciertamente los valores con los que somos formados en nuestras familias son las bases con las que nos hemos de desempeñar y conducir en nuestra vida diaria. Si empezamos ahora cambiando la actitud, empezamos educando a nuestros hijos y enseñando con el ejemplo. Tal vez algún buen día en unión clase trabajadora y clase patronal, es decir, toda la sociedad en conjunto y con un solo objetivo, que nuestros hijos tengan un lugar mejor donde vivir, con mejores oportunidades, mejores salarios, más educación y por qué no una sana recreación.
Dirán, ¡qué bien suena eso! y ¿tú que haces? A mí me gusta perseguir sueños y materializarlos, soy abogado independiente, y como todo negocio hay temporadas muy buenas y otras no tanto, respeto el trabajo de mis colegas adversos en los juicios, soy humano por supuesto y a veces me apasiono al sentirme ofendido. Trato de ser honesto con mis clientes, qué podemos lograr y qué no podemos lograr. Trato de llevar mi trabajo en buenos principios, honestidad, responsabilidad, transparencia, lealtad, integridad, respeto, empatía. Por supuesto que hay situaciones difíciles, constantemente te enfrentas a la mala fama que tenemos, por algunos pagamos todos, clientes que a pesar del compromiso en su asunto no responden a tiempo con los honorarios, clientes que te ocultan verdades y que al salir dificultan la capacidad de responder a esos imprevistos, clientes que de manera soñadora han sido asesorados y que se les han prometido cosas que no se van a lograr, situaciones donde debes dar malas noticias. Pero sobre todas las cosas amo mi trabajo y me encanta lo que hago, bueno debo decirles que el Derecho Penal no me agrada en absoluto y no por el tipo de personas o las cosas que se ven en esos casos, sino por la lentitud en el procedimiento y algunos colegas dirán, pero ya están los procedimientos orales, pues al día de hoy por lo menos acá en este Municipio de Querétaro, no cuaja eso, en otros Municipios ya va más avanzado.