Auditorías Ambientales: el coste de dañar el medio ambiente

¿Recuerdas la catástrofe del petróleo derramado en el Golfo de México? El 20 de abril del 2010, una de las plataformas de British Petroleum explotó causando que se derramaran más de 53, 000 barriles de petróleo al día durante tres meses.

Hoy en día, grupos de científicos alarman a la población ya que un estudio afirma que la contaminación logró penetrar la cadena alimenticia causando riesgo a la salud humana.

En otro lado del mundo, Shell prepara un plan para perforar el Ártico para obtener petróleo. Los riesgos para el medio ambiente son obvios y catastróficos. Lo que pretende la compañía anglogermana es aprovechar el deshielo para llegar a partes más profundas, que inevitablemente, causarían más deshielo aún.

El Ártico es una de las zonas más vulnerables del mundo debido al cambio climático y si empresas del tamaño de Shell comienzan a abusar de ello, podríamos perder una parte de nuestro planeta y todos aquellos seres que viven en ella.

Más al sur, encontramos que uno de los núcleos más importantes de producción de oxígeno, la imponente selva Amazonas ha perdido más de un 20% de su extensión debido a la deforestación y las prácticas agrícolas intensivas. Las empresas culpables de esta atrocidad no pagan sanción alguna ya que el Congreso Brasileño aprobó un Código Foestal que debilita la fuerza encargad de protegerla.

Debido a casos como estos, se crearon las auditorías ambientales, las cuales se dedican a evaluar la eficacia de los sistemas de gestión ambientales de las organizaciones. Se estudian los documentos de la empresa para analizar que se ajusten a las normas, deben indicar el nivel de cumplimiento de las mismas y verificar que todos los departamentos de la empresa sigan los procedimientos.

Los auditores ambientales también deben proponer acciones para corregir o mejorar los procedimientos dentro de la empresa para evitar que existan problemas a futuro o que se repitan los que ya existen.

El incumplimiento de las leyes medioambientales se castiga con penas muy caras para las empresas, es por ello que muchas veces las mismas empresas piden las auditorias. Este es el caso de BP, que después de haber causado uno de los impactos ambientales más duros en la historia pretendía limitar las multas tras el juicio en Estados Unidos. Al final, se hizo justicia.

Fue el acuerdo más caro en la historia de Estados Unidos, se declaró que la empresa deberá pagar una indemnización por US$18.700 millones durante los siguientes 18 años. Aún así, el acuerdo será ratificado el 2016 ya que se ha encontrado evidencia, como se mencionó anteriormente, que el contaminante logró penetrar la cadena alimenticia.

La relevancia de los auditores ambientales crece con la consciencia de cuidar a nuestro planeta; y no es solo su deber, es el de cada uno de los miembros de este plantea.