¿La custodia nos hace dueñas de nuestros hijos?

La custodia de un menor es un término legal que se utiliza para describir la situación en la que los padres se separan y uno de ellos asume responsabilidad por su hijo o sus hijos.

La situación anterior puede ser el resultado de un divorcio, una anulación de marimonio o una separación, en la que los niños presentes en la relación no pueden vivir con ambos padres y deben estar bajo el cuidado primario de uno de ellos, quien tomará las decisiones por el niño y cuidará de él. La custodia del menor queda “a cargo" de uno de sus padres y no a “favor.

En casos de divorcio, en que los padres no cohabiten entre sí y sólo en casos extraordinarios, los hijos menores de doce años deberán quedar al cuidado de la madre, a los mayores de esta edad, se les tomará en cuenta su opinión, de acuerdo a lo que señala el Código Civil del Estado de Querétaro, en caso de divorcio de los cónyuges.

Es obvio que el legislador tomo en cuenta los atributos proporcionados a las mujeres por el instinto materno, que las capacita plenamente para llevar a cabo esta función. Esto no quiere decir que el padre no sea apto para ello, o que no tenga el mismo valor para los hijos, sólo que en los primeros años de vida de un niño, los lazos con la madre, que iniciaron desde el momento de la concepción, todavía están en proceso de fortalecerse para que el pequeño adquiera seguridad, autoestima, confianza.

En términos generales, las madres están mejor capacitadas para atender a los hijos durante sus primeros años de vida. Para nadie es un misterio el poder inmenso de la naturaleza femenina, pero cuando permitimos que este poder se desborde, la soberbia y el ego desmedido se apodera de algunas mujeres, se vuelven arrogantes y se sienten superiores al padre de sus hijos.

Y entonces vienen las actitudes y expresiones que descalifican al padre de sus hijos: “¿abogada, legalmente que puedo hacer para...? • “que no eche a perder a mis hijos" • “que no me estorbe en su educación" • “que entienda que soy buena gente por eso le dejo ver a mis hijos" • “que no les hable así porque los va a traumar" • “que les diga esto en lugar de aquello" • “que no es la manera correcta de llamarle la atención" • “que le haga así, que les diga así, que no les haga así,"etc. Hablando Derecho: La actitud de superioridad que algunas mujeres tienen con respecto al padre de sus hijos, las hace desperdiciar la sabiduría masculina con que también la naturaleza los doto a ellos, la arrogancia las hace descalificar lo que ellos sugieren, hacen o dicen, no entienden que la energía masculina es tan importante como la femenina para equilibrar la formación de los hijos.

Reflexionen señoras: No son dueñas de sus hijos, no se posesionen de ellos, con esto vulneran y arrebatan el derecho Divino que todo ser humano tiene a estar en contacto con su padre y recibir de este lo que le corresponde por Derecho Natural y Sagrado, así que no hacen ningún favor con permitir las convivencias: Es un derecho legal y natural de los hijos, así que no les robes la experiencia de vivir y aprender lo que les corresponde con su padre, la naturaleza sabia también los doto a ellos con el instinto masculino necesario para lograr en los hijos el equilibrio espiritual, físico y psicológico para que puedan completar su desarrollo integral. ¿Que él padre de tus hijos no es el mejor para educarlos,? tal vez, pero es su padre y tu lo elegiste, así que por el bien de tus hijos, intenta no entrometerte en su relación.

Otra cosa, los hijos no son mercancías que se venden o compran, no son un objeto, por lo tanto, no son propiedad de nadie, la custodia legal no es un título de propiedad, no los utilices para forzar a que el padre cumpla su deber económico, si no lo hace, es su problema, él tendrá que responderle a la vida su falta de compromiso Sagrado, porque no hay Juez, ni Magistrado, ni Autoridad alguna que pueda hacer cumplir a un hombre lo que debería decretarle la razón y el corazón.

La custodia legal supone una serie de deberes y responsabilidades del adulto con respecto al menor o incapaz. Tiene deber de manutención, cuidado y atención del mismo y asume las responsabilidades que ello conlleva. En los casos de divorcio, aunque los progenitores ya no cohabiten bajo el mismo techo, existe una familia cuya dinámica se desarrolla ahora en dos hogares, y los hijos deben estar a cargo de uno de ellos y merecen respeto, dignidad, equidad y justicia.