La mediación en los problemas familiares.
El divorcio en la actualidad se da por falta de entendimiento de las parejas, al usar la mediación, un profesional capacitado le dará las herramientas necesarias para solucionar su problema.
Los malentendidos entre los cónyuges van ocasionando que cada vez sea más difícil la vida en pareja, si éstos no se resuelven a tiempo, en la actualidad contamos con profesionales capacitados que a través de la mediación y conciliación procuraran ayudarles para que los padres, como pilares de la familia, se entiendan mejor y arreglen sus desavenencias a través de un procedimiento accesible a todo tipo de personas, así como la decisión de contraer matrimonio es de dos personas. También la de tratar de salvar sus diferencias debe tomarse por ambos guiados por la certeza de que se ahorraran tiempo y dinero, además de que el desgaste de un procedimiento judicial tensa la vida familiar y en ocasiones la hace imposible. Si usted cree que todavía puede salvar su matrimonio, si está dispuesto a hacer un último esfuerzo, no dude en tomar esta opción.
Ahora bien, si definitivamente ya no se puede conservar el vínculo matrimonial, lo más conveniente es tratar de que la separación sea en los mejores términos posibles,esto ayudará a que tanto los hijos como los padres puedan superar más rápido el díficil momento que para toda familia significa un divorcio.
Definitivamente el tema que más preocupa a los padres al tomar la decisión de divorciarse es los términos en que quedaran los hijos, así como la división de los bienes que conforman el patrimonio familiar, tratemos de no convertir a los hijos en parte del problema, recordemos que ellos no tienen la culpa del proceso por el que está pasando la pareja y tratemos de que sientan que tienen el apoyo de cada uno de sus padres, que aunque estén divorciados, pueden contar con ellos.
En relación a los bienes que conforman el patrimonio familiar, la ley establece que en virtud de estar casados por sociedad conyugal, a cada uno le pertenece el 50% de los mismos, por lo que al decretarse el divorcio, se tiene que hacer la disolución de la sociedad conyugal, y aunque la esposa nunca haya trabajado, le corresponde por ley la mitad de los bienes.