“Nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario”
Ser acusado de un delito no es lo mismo que ser el culpable. Es por eso que la Constitución Mexicana dota de ciertos derechos a aquellos presuntos culpables.
El tema sin duda genera cierta polémica, y es que, defender los Derechos Humanos de un acusado pareciera defenderlo de su delito. Para ello, Rafael Ruiz Harell presenta una nueva perspectiva sobre la delincuencia en su texto Derechos Humanos y Criminalidad, con la cual propone dejar de atomizar el crimen, es decir, dejar de verlo como un acto individual y comenzar a entenderlo como un fenómeno social cuyas causas no se encuentran en casos particulares sino en la anatomía completa del país.
Es una realidad que hasta el día de hoy no ha existido una sociedad sin crimen, pero en definitiva es posible que las cifras de criminalidad se disminuyan, y es aquí donde el rol de los Derechos Humanos cobra relevancia.
Es deber del Estado generar caminos al bienestar de su población y ésta a su vez, está en derecho de exigirlos. ¿Es realmente culpable aquella persona que robó por falta de trabajo? ¿Es realmente culpable el hombre que cometió una falta por haber carecido de una buena educación? ¿Es realmente culpable la mujer que alentó a sus hijos a involucrarse al narcotráfico para obtener algún ingreso? Polémico.
Rafael Ruiz Harell lo dice de manera excepcional: "Lo que alienta el crimen es el incumplimiento o la violación de los derechos humanos, no su defensa."
¿Qué derechos tienen los presuntos culpables?
1. Son inocentes hasta que haya pruebas.
2. Pueden elegir declarar o guardar silencio a la hora de hacer su confesión.
3. Es derecho y un deber del Poder Judicial informar a las personas el crimen por el cual están acusados y decirles cuáles son sus derechos.
4. Pueden recibir testigos y pruebas para defenderse.
5. Contar con un abogado.
6. A ser juzgado de manera pública por las autoridades pertinentes.
7. A ser tratado como a todos los demás.
